En el aprendizaje del inglés, como sucede en cualquier otra asignatura o temática, la motivación es un tema vital porque determina el grado de compromiso del estudiante, sin dudas uno de los puntos más importantes para lograr el éxito en todo tipo de actividad pedagógica.
La motivación es central porque determinará la energía que le pondremos al aprendizaje, algo que sin dudas terminará definiendo si culminamos o no este tránsito educativo. El docente se encuentra en la obligación de hacer todos los esfuerzos posibles para estimular la motivación de los estudiantes.
Las nuevas metodologías de educación a distancia tornan más compleja esta cuestión, que en estos casos exige una fuerte automotivación del estudiante, debido a un gusto personal, cumplimiento de metas específicas o necesidades de tipo académico o profesional.
En el caso de la enseñanza del inglés la motivación se torna aún más importante, sobretodo en los niveles iniciales donde en muchas ocasiones existen abandonos o falta de interés porque el entendimiento del idioma se complica. Ante esto, resulta vital aplicar técnicas de motivación y, al mismo tiempo, generar situaciones de aprendizaje más dinámicas con recursos multimedia o similares.
Dentro de los procesos de motivación existen algunos puntos o claves que no pueden obviarse, como el deseo inicial de aprender, la decisión tomada con convicción, la determinación de crear hábitos de estudio para obtener los objetivos fijados, la disciplina y el esfuerzo que incluye necesariamente la empresa y el enfoque que nos permita mantener la dirección elegida en un primer momento.
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