En parte debido a las exigencias del nuevo Espacio Europeo de Educación Superior, y también como una necesidad que plantea la misma sociedad española, puede advertirse que las universidades incluyen actualmente en su oferta académica una mayor cantidad de asignaturas en lengua inglesa.
Es así que hoy es común que una asignatura por curso, la mitad de los créditos o hasta la totalidad de las materias de una titulación universitaria sean dictadas en inglés. De esta manera, las universidades españolas ingresan en el mundo de la internacionalización de los estudios, en el cual el inglés es vital.
Esto tiene muchos beneficios, tanto porque favorece el curriculum y la posterior inserción laboral de los estudiantes españoles a través de su perfeccionamiento en un idioma básico, como así también debido a la incorporación de un mayor número de alumnos extranjeros en los claustros nacionales.
Hasta hace poco tiempo atrás, la formación en inglés se limitaba a los servicios de idiomas que las universidades disponían, habitualmente como una asignatura extracurricular. Sin embargo, el Espacio Europeo de Educación Superior y las exigencias del mercado laboral han llevado a las universidades a incrementar su oferta sobre el particular.
La competitividad y la excelencia de los centros de estudios también se incrementan con estas prácticas, facilitando al mismo tiempo la libre circulación de alumnos y profesores que se indica en el Espacio Europeo de Educación Superior. Por otra parte, el crecimiento de estas asignaturas en inglés en las distintas carreras abre la posibilidad para crear en un futuro diferentes dobles titulaciones con universidades extranjeras, incrementando la salida laboral de los egresados.
Imagen: Universidad de Almería.
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